Venkow Records, 2002. Es
mucho el bagaje musical que tiene esta banda checo-morava ―de ahí
la composición que forma su nombre― tanto por junto como por
separado ―uno de sus miembros llegó a tocar con Alan Stivell―.
Mucha canción tradicional checa y morava fusionada con un rock
electrizante y lleno de energía, pero que no pisa nada el elemento
tradicional, con lo que el sonido tiene muchísima fuerza, fuerza que
saben aprovechar perfectamente en los directos, y, de hecho, este 'en
vivo' es arrollador y engancha de principio a fin. Además es
generoso en cuanto a duración, 21 piezas, con una muy buena
selección de temas extraídos de su discografía anterior, todos
ellos con una marcha increíble.
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