MC, 1990. Ya el título
nos lleva al terreno de la magia, y quizás la magia del disco sea el
acercamiento de piezas tradicionales portuguesas, además tocadas por
un montón de instrumentos tradicionales, con las nuevas músicas,
aquí representadas por sintetizadores y por samplers, de hecho el
primer tema, el que da título al disco, es más new age que
otra cosa. El resto de los temas son bailes populares portugueses
excepto una pieza renacentista húngara ―¿qué hará aquí?―
tocados todos de una forma un tanto discontinua en los arreglos,
porque quizás ese sea el fallo del disco: unas melodías muy bonitas
pero que les falta continuidad. Es de destacar la capacidad
instrumental de Tentúgal, el líder del grupo, que él solo toca,
con bastante dignidad, casi una docena de instrumentos.
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